Facturación de huesos
El proceso de curación de los huesos tiene tres etapas que se traslapan: inflamación, producción de hueso, y remodelación del hueso.
- La inflamación empieza inmediatamente después de la fractura del hueso y dura varios días. Cuando el hueso se fractura se produce sangrado en el área, lo que produce inflamación y coagulación de sangre en el sitio de la fractura. Esto provee la estabilidad estructural inicial y el marco para la producción de nuevo hueso.
- La producción de hueso comienza cuando la sangre coagulada formada por la inflamación es remplazada por tejido fibroso y cartílago (conocidos como “callosidades suaves”). A medida que avanza la curación, las callosidades suaves son remplazadas por hueso duro (conocido como “callosidad dura”), que es visible en las radiografías varias semanas después de la fractura.
- La remodelación del hueso, la fase final de la curación del hueso, se prolonga durante varios meses. En la remodelación, el hueso continúa formándose y se vuelve compacto, regresando a su forma original. Además, mejora la circulación sanguínea en el área. Una vez lograda la adecuada curación del hueso, el soportar peso (tal como pararse o caminar) estimula la remodelación del hueso.
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