-Espinacas
-Arena
-Mortero
-Tubo de ensayo
-Gradilla
-Zumo de piña
-Jabón
-Alcohol etílico (Frío)
-Colador
-Pizca de sal
-Probeta
-Agua mineral
Técnica:
Cogemos unas cuantas hojas de espinacas y las machamos con arena y una pizca de sal hasta que quede una papilla. Echamos el doble de agua mineral y dejamos reposar unos 5 min. Echamos esta mezcla en el colador para quitar el resto de las hojas de espinacas que todavía quedan sin machacar y el liquido lo dejamos caer en un colador a un vaso de precipitados. El liquido sobrante lo vertemos en un tubo de ensayo aproximadamente 1/4 de él. Después, echamos 1 ml de detergente, lo mezclamos bien y lo dejamos reposar aproximadamente 5 min. Al terminar ese tiempo, vertemos 1,5 ml de piña y lo volvemos a dejar reposar 5 min. Para terminar, le echamos poco a poco 3ml de alcohol etílico lo dejamos ya reposar.
Resultado:
Vemos que la disolución de las espinacas queda abajo y el alcohol etílico arriba. De la disolución, comienza a subir como unos pequeños hilos, el ADN, hacia arriba.
Conclusión:
Nos salieron unos pocos hilos, no tantos como nos esperábamos.